Por Luke Amphlett
La narrativa del Distrito Escolar Independiente de San Antonio sobre la integración de la escuela semiautónoma (mejor conocida como escuela chárter) en el distrito simplifica radicalmente la realidad al servicio del poder privado.

El superintendente Pedro Martínez dice que las escuelas públicas y las escuelas chárter deberían trabajar juntas. Al hacerlo, busca transformar una discusión compleja y profundamente política en una deformación unidimensional en la que la "reforma" se presenta como neutral, natural y desconectada de los desarrollos sociales y económicos que tienen lugar en toda la nación.
"La privatización escolar es un engaño, y los 'reformadores' apuntan a destruir las escuelas públicas" dice Diane Ravitch, profesora de investigación de educación en la Universidad de Nueva York, historiadora educacional y sub-secretaria de educación en la administración de George H.W. Bush.
Mientras que los "reformadores" de privatización escolar están respaldados por grandes donantes monetarios y corporaciones, los opositores incluyen Our Schools Coalition (Coalición de Nuestras Escuelas) de San Antonio, compuestos por miembros de la comunidad, maestros y padres, el Movimiento por Vidas Negras, la Red para la Educación Pública y la NAACP — la organización de derechos civiles más grande de los Estados Unidos.
En efecto, las escuelas públicas en los Estados Unidos están siendo atacadas, y las escuelas chárter son simplemente el último intento de las corporaciones privadas de cambiar el nombre del movimiento de reforma escolar y explotar el financiamiento público con fines de lucro. Detrás de las narraciones simplistas sobre la reforma, radica el renacimiento y la reorientación del movimiento de vales escolares; el mercado promocionado como el reemplazo de todas las entidades controladas pública y democráticamente.
Las escuelas chárter tienen menos maestros calificados, mayor rotación de maestros, tasas de suspensión mucho más altas para los estudiantes — especialmente los niños de color y aquellos con discapacidades — y presionan fuera a los estudiantes con problemas de conducta y necesidades educativas especiales. Incluso evadiendo las reglas y regulaciones que gobiernan las escuelas públicas, las escuelas chárter no muestran mejor desempeño en las medidas de éxito estudiantil. Sus marcos operativos "sin excusas" han sido descritos como "militaristas y antidemocráticos"
La idea de que deberíamos trabajar con ellos es absurda: sus metas — y las metas de sus defensores — no podrían estar más lejos de las nuestras.
"La privatización escolar es un engaño, y los 'reformadores' apuntan a destruir las escuelas públicas" dice Diane Ravitch
Creo en las escuelas públicas que son propiedad y están controladas por las personas, para las personas. Deben ser receptivas a la voluntad pública, y sus políticas, prácticas y procedimientos deben ser decididos democráticamente por el público y sus representantes. Los estudiantes deben tener la apropiación de los espacios en los que aprenden, los padres deben tener una voz significativa en las escuelas de sus hijos, y los maestros deben tener una opinión sobre cómo funcionan sus lugares de trabajo.
El movimiento para privatizar la educación pública se opone a todo lo anterior porque, al final, socava los aportes democráticos a la vida pública. Mientras que los "reformadores" de privatización escolar están respaldados por grandes donantes monetarios y corporaciones, los opositores incluyen Our Schools Coalition (Coalición de Nuestras Escuelas) de San Antonio, compuestos por miembros de la comunidad, maestros y padres, el Movimiento por Vidas Negras, la Red para la Educación Pública y la NAACP — la organización de derechos civiles más grande de los Estados Unidos.
Se trata del extenso dinero corporativo versus organizaciones de derechos civiles, grupos comunitarios y maestros. La elección difícilmente podría ser más clara. Es por eso que los defensores de las escuelas chárter pretenden que este argumento es sobre los contratos de los maestros y los sindicatos que tienen miedo al cambio: si le dijeran al público la verdad, perderían el argumento antes de que comenzara.
Poderosas fuerzas están haciendo todo lo posible para sacar provecho de la privatización de la educación pública en este país. Están trabajando desesperadamente para dar forma a una narrativa que, si resulta exitosa, te hará luchar contra las personas que deberías estar apoyando y apoyar a las personas con las que deberías estar luchando.
¿Quién apoya los planes del Superintendente Martínez para la colaboración de escuelas chárter dentro del distrito escolar (SAISD)? San Antonio Charter Moms, un grupo de defensa para la expansión de escuelas chárter, al igual que a lo que se le conoce como "la comunidad empresarial".
Padres, maestros, estudiantes, grupos comunitarios no aprueban.
De hecho, con el fin de entregar la escuela primaria Stewart Elementary a una compañía chárter con sede en Nueva York, Martínez y su mesa directiva ahogaron el debate, la participación de la comunidad y de los docentes, y la consulta. Los padres, los miembros de la comunidad y los maestros pidieron reiteradamente a Martínez y a la mesa directiva del distrito que los consultaran y se asociaran colaborativamente con ellos para decidir el
futuro de la escuela perteneciente a su vecindario, localizada en el lado este de SAISD. Una y otra vez sus llamadas fueron ignoradas por los líderes del distrito cuyo trabajo es servirles y actuar en su interés.
Una y otra vez los líderes del distrito se negaron a considerar alternativas a los planes que se habían ideado tras bastidores muchos meses antes. Mientras la comunidad de la primaria Stewart fue excluida en cada oportunidad, los líderes del distrito estaban cortejando a la empresa chárter Democracy Prep.
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Los maestros, padres y estudiantes de Stewart fueron efectivamente despedidos y se les negó la oportunidad de escapar de la calificación de "mejora requerida" del estado por parte de un liderazgo del distrito que no estuvo dispuesto siquiera de poner condiciones a su contrato con Democracy Prep al incumplimiento de los estándares académicos estatales a futuro.
Pero en junio del 2018 — antes que se concretara el acuerdo entre SAISD y Democracy Prep — las calificaciones preliminares del examen estatal, STAAR, indicaban que Stewart Elementary podría finalmente obtener una calificación aprobatoria, o ser categorizada como haber "cumplido con los estándares" del estado, como lo indico la Superintendente Adjunta de SAISD, Pauline Dow. Aunque los resultados finales de STAAR y las calificaciones de responsabilidad del Estado no se dieron a conocer hasta agosto, aquellos de nosotros capacitados en las calculadoras estatales para el rendimiento escolar estábamos seguros de que Stewart Elementary finalmente saldría de su estado de "mejora requerida".
No obstante, Democracy Prep permaneció programado para hacerse cargo de Stewart comenzando el 1 de julio del 2018.
Un campus escolar que pudo haber estado a salvo de la sanción estatal fue desmembrado y vendido; todos menos dos de sus maestros decidieron irse en lugar de trabajar para la compañía de chárter con altas tasas de rotación de maestros (34 por ciento en todos los campus el año pasado), bajas expectativas de calificaciones docentes (tan solo el 44 por ciento de los maestros están certificados), y prácticas disciplinarias regresivas y punitivas (tasa de suspensión del 28 por ciento). Muchos estudiantes han optado por irse, incluso bajo la presión del distrito para quedarse, y el futuro del campus sigue siendo incierto.
Podría haber sido una historia diferente, y ahora tenemos pruebas de que nuestras escuelas con los resultados más bajos pueden salir de problemas sin la "experiencia" de las compañías chárter externas.
Las escuelas públicas de San Antonio están lejos de ser perfectas, y debemos avanzar con valentía para transformarlas en las escuelas que nuestros niños merecen. Pero entregarlos a entidades privadas con fines de lucro no es la forma de proceder. Poderosas fuerzas están haciendo todo lo posible para sacar provecho de la privatización de la educación pública en este país. Están trabajando desesperadamente para dar forma a una narrativa que, si resulta exitosa, te hará luchar contra las personas que deberías estar apoyando y apoyar a las personas con las que deberías estar luchando.